Os recordamos algunas de las “perlas” que las empresas nos quieren colgar al cuello para seguir explotándonos hasta dejarnos sin aliento: ampliar la duración de los contratos eventuales a 12 meses, despedir a los indefinidos con indemnizaciones de 20 días por año, establecer turnos y horarios a su antojo, reducir las 35 horas médicas al año en proporción a la jornada efectiva y ejercer un mayor control de las ausencias, congelar nuestros salarios, eliminar los complementos salariales en las bajas médicas, aumentar períodos de prueba y sanciones o aprovechar las pausas de PVD para realizar tareas que no requieran usar el ordenador.
Las empresas continúan recortando nuestros derechos con la excusa de la crisis. Sin embargo, según los últimos informes de la patronal (ACE): “el sector del contact center mantiene su línea de crecimiento a pesar del deterioro experimentado por la economía española y en 2008 alcanzó un volumen de negocio de 1.580 millones de euros, lo que supone un 9,7% más que en el ejercicio anterior” Gran parte de sus inmorales beneficios se generan a costa de despidos masivos en España para contratar en otros países: “a finales de 2008, el 33% del número total de puestos de trabajo se encontraba fuera de España (se mantiene la tendencia de crecimiento de las plataformas ubicadas en el extranjero y se registra de nuevo un notable aumento en esta actividad, incrementándose un 48% con respecto a 2007)” Las secciones de la CGT en el sector de telemarketing, reunidas en pleno la semana pasada, hemos dicho ¡¡BASTA!! Es el momento de que los trabajadores nos hagamos respetar y nos mostremos firmes y activos en la defensa y mejora de nuestros derechos. El próximo 29 de septiembre, día de huelga general, tenemos que paralizar el sector para demostrar nuestro rechazo a los recortes laborales. Pero la lucha en el telemarketing no termina ese día. El mensaje a la patronal comienza por dejarles claro que no vamos a permitir un retroceso en nuestras condiciones laborales, y que además tenemos argumentos para exigir no sólo las migajas del pastel sino la porción entera de los beneficios que generamos con nuestro trabajo.
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